Principios operacionales del Trabajo Social


 1. Principio del estímulo al ejercicio de la participación.
La palabra participar proviene del latín participare que significa tomar parte de. Implica no sólo estar presente, tomar parte en algo, sino intervenir en la toma de decisiones como un derecho y asumir compromiso y responsabilidad en las acciones producto de sus decisiones.
Tomar decisiones corresponde a la libertad de los hombres para elegir entre posibilidades y alternativas reales descubiertas por ellos mismos, pero esa elección exige conocimientos y participación activa en todos aquellos procesos que le competen.
Este principio exige que el Trabajador Social asuma compromiso y responsabilidad puesto que va a trabajar junto con las personas y debe capacitarlas, transfiriéndoles conocimientos, métodos, procedimientos y técnicas para que puedan constituirse en sujetos activos de todo el proceso de cambio y desarrollo.
esta labor del Trabajador Social capacitación permanente, organización del trabajo, tenacidad, firmeza, perseverancia y entrega de sí, lo cual nace de su convicción frente al trabajo, lo cual le permitirá romper con la frustración, la pasividad, la dependencia y la irresponsabilidad social.

2. Principio del respeto a los valores y patrones culturales.
La cultura como experiencia colectiva se desarrolla sobre la base de una práctica social. y es esa experiencia compartida, lo que permite la integración en un grupo, en una sociedad.
en toda sociedad coexisten lo viejo y lo nuevo. lo nuevo se genera a partir de la vieja cuando surge la necesidad que moviliza el cambio, pera para que ese cambio ocurra es necesario que sea aceptado, porque va a afectar la vida de las personas y lo nuevo se acepta cuando se verifica los resultados con respecto a lo anterior.
Esto es importante porque no se puede negar ni destruir lo viejo, lo que da seguridad al grupo sin sustituirlo por algo más efectivo y porque todo cambio siempre es doloroso, difícil, lento y gradual. El cambio no se impone manipulando a las personas, ni con consejos, persuasiones o sugerencias, porque siempre la práctica tradicional tendrá más arraigo que nuestras palabras por más que estas seas aceptadas como ciertas.
El cambio es un proceso que parte de la cultura de aquello con los que trabajamos.


 3. Principio de oportunidad para el cambio.
Parte de la idea de que no hay personas resistentes al cambio por naturaleza, y que son las condiciones estructurales las que generan apatía, conformismo e indiferencia que aparecen como defensas para mantener lo viejo vivido como seguro y lo nuevo como inseguro e inestable.
Lo nuevo reactualiza miedos pasados a perder estructuras ya establecidas y perder la forma como se han adaptado a las pautas prescritas por la sociedad. Son miedos que coexisten, que se esfuerzan unos a otros y que ´pueden ser simultáneos o latentes y que frenan la acción. Es por ello que suprimir abruptamente lo viejo llevará a que fracase cualquier intento de cambio.
Para el Trabajo social el cambio debe ser proceso natural, evolutivo, planeado y racional, creando condiciones que lo favorezcan, identificando mediante la investigación aquellas situaciones que debe ser mantenidas y las que deben transformarse.
Un cambio planeado para ser inducido debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
* La direccionalidad del cambio: es decir "hacia dónde se dirige el cambio", qué es lo que queremos cambiar y qué es lo que va a sustituir a lo existente.
* La intensidad del cambio: se refiere a determinar que tan profundo consideramos que debe ser el cambio. Significa determinar "cuánto hay que cambiar".
* El ritmo o velocidad del cambio: teniendo en cuenta que todo cambio es gradual y paulatino. es preciso partir de conocer a las personas para determinar el momento oportuno para inducir el cambio sabiendo si están preparadas para asumirlo y el ritmo o velocidad que ellos tienen para determinar qué tan rápido o lento se puede desarrollar el proceso de cambio.

4. Principio de la actuación dentro de una perspectiva global de la realidad.
La realidad es compleja debido a los múltiples aspectos que comprende, por lo que el Trabajador Social para estudiarla debe delimitarla enfocando un sector de la realidad. pero al delimitarla o encuadrarla no puede hacerlo de una manera unilateral porque tendría una visión parcializada y no podría explicar el hecho o fenómeno, se quedaría sólo en la apariencia y su acción sería asistencialista.
De ahí la necesidad de una enfoque multidiciplinario que aborde la realidad concreto de trabajo, sin perder de vista todo lo que la contiene, considerando las teorías provenientes de otras disciplinas sociales, lo que permitirá integrar las partes y explicarlas para intervenir en ellas con una acción transformadora.

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