Postulados Éticos del Trabajo Social

Postulados Éticos del Trabajo Social

La acción del Trabajo Social está orientada por proposiciones de naturaleza ética como también por normas para procedimientos técnicos, lo que permite diferenciar entre postulados y principios de la acción. Todos ellos constituyen una unidad de valor universal que está presente en la práctica del Trabajo Social.

1. Postulado de la Dignidad Humana 

Este postulado parte del valor de la persona humana y de su libre desarrollo social, puesto que el hombre como persona merece ser respetado y aceptado.
Cabe señalar a la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre de 1948 que estableció que "todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos, dotados como están de razón y de conciencia, deben conducirse fraternalmente los unos con los otros"; así como a la Convención Americana de Derechos Humanos de 1969, que estableció en su artículo 11.1o. que "toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad"
El respeto a la persona incluye:
- Saber escuchar
- Saber callar
- Saber juzgar

2. Postulado de la Perfectibilidad Humana

Se sustenta en la convicción de que toda persona es susceptible de cambiar, crecer y desarrollar en la idea de que el ser humano se realiza históricamente junto a otros hombre, dependiendo de las condiciones estructurales.

Por este postulado corresponde al Trabajador Social contribuir al pleno desarrollo de los hombres mediante su rol educador. Para ello se debe conocerlos y hacerlos accesibles a los medios y recursos que los conduzcan a su bienestar, creando las condiciones para que se constituyan en sujetos activos y partícipes de su propio cambio, de modo solidario, creados y cooperativo.

3. Postulado de la Sociabilidad esencial de la persona.

Este postulado se basa en la idea de que los hombres se forjan a sí mismos de manera solidaria y en sociedad.

El hombre es producto del conjunto de relaciones humanas que ha establecido a lo largo de su vida.

La necesidad de vincularnos a otros es esencial a la naturaleza humana, es a través de ésta interacción como satisface sus necesidades.

Para poner en práctica éste postulado corresponde al Trabajador Social transformar micro-estructuras sociales en estructuras convivenciales, de acuerdo a las necesidades intereses y aspiraciones de las personas; crear relaciones solidarias y cooperativas entre los hombres propiciando una sociedad más humana.