El Trabajo Social con grupos

/ febrero 03, 2020

¿Qué es el Trabajo Social con Grupos?


Gisela Konopka (1968) define al TSG como un método para ayudar a las personas, proporcionando las experiencias de grupo. Sus fines son: el desarrollo de la persona hacia su potencial individual, la mejora de las relaciones y las aptitudes de la función social y la acción social. El trabajador se desenvuelve dentro de un marco de valores éticos y sociales. El trabajo social de grupo es un método genérico que puede utilizarse en distintos ambientes. El método comprende las relaciones recíprocas entre trabajadores sociales y miembros y entre los miembros y la actividad del grupo. El trabajador social las usa simultáneamente con miembros individuales y con la totalidad del grupo, trabajando con ambos y ayudándoles a usar sus capacidades y sus fuerzas. Hace uso de sí mismo de diferente forma, de acuerdo con los fines específicos y con su apreciación de las necesidades, intereses y aptitudes de los miembros. Los objetivos pueden dividirse en dos grupos perfectamente diferenciados: los grupos que ayudan al desarrollo de la persona hacia su potencial individual y los grupos que precisan su ayuda en la acción social.

Brown (1998) utiliza la definición abreviada formulada por Konopka (1968), a la que añade para complementarla, que el trabajo social de grupos proporciona un contexto en el cual los individuos se ayudan mutuamente. También, otras propuestas más actuales guardan similitudes con la conceptualización de Konopka (1968), de esta forma comprobamos que se define el trabajo social de grupo como:

…la actividad intencionada con pequeños grupos, el proceso se dirige a satisfacer necesidades socioemocionales y a la realización de diferentes tareas. Esta actividad está dirigida tanto a los miembros individuales que conforman el grupo como a su totalidad, dentro del sistema de prestación de servicios. Los trabajadores sociales de grupo también deben favorecer mediante el uso de los grupos el cambio en el entorno social. Esto incluye acompañar y ayudar a los miembros a obtener un mayor control sobre las organizaciones y los contextos sociales que afectan a sus vidas (Toseland & Rivas, 2005, p. 12).

La definición que ofrece la Encyclopedia of Social Work with Groups (Gitterman & Salmon, 2009) remarca que el fundamento implícito en todas las formas históricas del trabajo social de grupo es el carácter optimista y positivo de trabajar con las personas. El trabajo social de grupo afirma las fortalezas de las personas y enfatiza las contribuciones que cada una de ellas puede hacer a la vida de los demás.

Alissi (2001) utiliza una definición sustentada en los elementos comunes que se encuentran en la práctica del trabajo social grupal: es una práctica democrática, como se evidencia en su compromiso con las personas, las deliberaciones en grupo, la acción colectiva, el pluralismo y la responsabilidad social para promover el bien común. Es una práctica en la que las personas son vistas como sujetos activos que participan de la experiencia de la pertenencia generada y es una práctica que se extiende en dos direcciones, la que se dirige a ayudar a los miembros a internalizar e incorporar los beneficios de la experiencia tanto dentro como fuera del grupo y otra dirigida a facilitar el poder colectivo.

Morin & Grenier (2010) emplean el tratamiento de método como centro de la definición. Aducen que el trabajo social de grupo es un método basado en el aumento de poder de los miembros para resolver las dificultades. De esta forma el grupo sería un contexto en el que la persona cuenta con el apoyo de otros participantes para resolver sus problemas

Henry et al. (2004) definen el método del trabajo social grupal como la intervención que se sitúa en un continuum entre la ayuda mutua y la acción colectiva, añaden que es el puente que es necesario atravesar para conectar el trabajo individual con el comunitario.

Turcotte & Lindsay (2008) concretan que el método de trabajo social de grupo consiste en realizar una acción con un grupo para ayudarles a satisfacer sus necesidades específicas y comunes.

Los estándares para la práctica del trabajo social de grupos propuestos por la International Association for Social Work with Groups (AASWG), especifican que los valores fundamentales que ordenan la práctica son: a) el respeto por las personas y su autonomía, concretando que una implicación importante de este principio es el respeto y valor que se otorga a la diversidad en todas sus dimensiones; b) la creación de una sociedad justa, el grupo ofrece la oportunidad de poner en práctica los principios de igualdad y autonomía.

Por lo que se refiere a los posibles objetivos que guían la vida del grupo, Pappell & Rothman (1966) señalan que el método de trabajo social de grupo se utiliza para lograr cuatro diferentes propósitos, que no son excluyentes: 1) Promover el cambio de actitudes o de comportamientos de las personas que se enfrentan a situaciones difíciles, 2) Propiciar cambios sociales, animando a las personas a actuar en sus contextos sociales para la creación de recursos y la promoción de cambios, 3) Promover el desarrollo personal, la socialización y la acción preventiva, 4) Trabajar para la construcción de organizaciones más humanitarias y eficaces.

Por otro lado, Heap (1987) identifica que los objetivos principales del trabajo social de grupo se encaran a disminuir el aislamiento, al desarrollo y la maduración de aprendizajes sociales, a ayudar a las personas en una crisis vital o en un cambio en la vida, a resolver o clarificar un problema personal o familiar, a resolver o clarificar problemas con el entorno y, a obtener una mejor comprensión de sí mismo.

De estas clasificaciones de objetivos emerge la cuestión de la excesiva amplitud de los objetivos. Formulaciones de objetivos tan inespecíficos los sitúa en el mismo plano que las finalidades o aspiraciones. Para la concreción del desarrollo del grupo es preciso formular un objetivo con mayor operatividad, el trabajo de grupo necesita una causa común que aglutine a los participantes en pos del logro de un sentido de pertenencia y una meta que guíe el proceso.


Fuentes:

  • Alissi, A.S. (2001). The social group work tradition: Toward social Justice a Free Society. Social Group Work Foundation Occasional Papers. Paper 1.
  • Brown, A. (1988). Treball de grup. Barcelona: Pòrtic
  • Gitterman, A:, & Salmon. (2009). Encyclopedia of Social Work with Groups. New York: Rotledge.
  • Heap, K. (1987). La pratique du travail social avec les groupes. Paris: Les Éditions ESF
  • Henry, S., East, J., & Schmitz, C (coords.).(2004). Trabajo social con grupos. Modelos de 
  • Intervención. Madrid: Narcea.
  • Konopka, G. (1968). Trabajo social de grupo. Madrid: Euramérica. – (1963). Social Group Work: A Healping Process. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
  • Morin, S., & Grenier, S. (2010). L’ Intervention de groupe dans le passage à la vie autonome. Université du Quebec.
  • Pappell, C., & Rothman, B. (1966). Social Group Work Models: Possession and Heritage. Journal of Education for Social Work, 2(2), 66-77.
  • Toseland, R.W., & Rivas, R.F. (2005). An introduction to group work practice. Pearson: Boston
  • Turcotte, D., & Lindsay, J. (2008). L’intervention sociale auprès des groupes. Boucherville: Gaëtan Morin Éditeur.

¿Qué es el Trabajo Social con Grupos?


Gisela Konopka (1968) define al TSG como un método para ayudar a las personas, proporcionando las experiencias de grupo. Sus fines son: el desarrollo de la persona hacia su potencial individual, la mejora de las relaciones y las aptitudes de la función social y la acción social. El trabajador se desenvuelve dentro de un marco de valores éticos y sociales. El trabajo social de grupo es un método genérico que puede utilizarse en distintos ambientes. El método comprende las relaciones recíprocas entre trabajadores sociales y miembros y entre los miembros y la actividad del grupo. El trabajador social las usa simultáneamente con miembros individuales y con la totalidad del grupo, trabajando con ambos y ayudándoles a usar sus capacidades y sus fuerzas. Hace uso de sí mismo de diferente forma, de acuerdo con los fines específicos y con su apreciación de las necesidades, intereses y aptitudes de los miembros. Los objetivos pueden dividirse en dos grupos perfectamente diferenciados: los grupos que ayudan al desarrollo de la persona hacia su potencial individual y los grupos que precisan su ayuda en la acción social.

Brown (1998) utiliza la definición abreviada formulada por Konopka (1968), a la que añade para complementarla, que el trabajo social de grupos proporciona un contexto en el cual los individuos se ayudan mutuamente. También, otras propuestas más actuales guardan similitudes con la conceptualización de Konopka (1968), de esta forma comprobamos que se define el trabajo social de grupo como:

…la actividad intencionada con pequeños grupos, el proceso se dirige a satisfacer necesidades socioemocionales y a la realización de diferentes tareas. Esta actividad está dirigida tanto a los miembros individuales que conforman el grupo como a su totalidad, dentro del sistema de prestación de servicios. Los trabajadores sociales de grupo también deben favorecer mediante el uso de los grupos el cambio en el entorno social. Esto incluye acompañar y ayudar a los miembros a obtener un mayor control sobre las organizaciones y los contextos sociales que afectan a sus vidas (Toseland & Rivas, 2005, p. 12).

La definición que ofrece la Encyclopedia of Social Work with Groups (Gitterman & Salmon, 2009) remarca que el fundamento implícito en todas las formas históricas del trabajo social de grupo es el carácter optimista y positivo de trabajar con las personas. El trabajo social de grupo afirma las fortalezas de las personas y enfatiza las contribuciones que cada una de ellas puede hacer a la vida de los demás.

Alissi (2001) utiliza una definición sustentada en los elementos comunes que se encuentran en la práctica del trabajo social grupal: es una práctica democrática, como se evidencia en su compromiso con las personas, las deliberaciones en grupo, la acción colectiva, el pluralismo y la responsabilidad social para promover el bien común. Es una práctica en la que las personas son vistas como sujetos activos que participan de la experiencia de la pertenencia generada y es una práctica que se extiende en dos direcciones, la que se dirige a ayudar a los miembros a internalizar e incorporar los beneficios de la experiencia tanto dentro como fuera del grupo y otra dirigida a facilitar el poder colectivo.

Morin & Grenier (2010) emplean el tratamiento de método como centro de la definición. Aducen que el trabajo social de grupo es un método basado en el aumento de poder de los miembros para resolver las dificultades. De esta forma el grupo sería un contexto en el que la persona cuenta con el apoyo de otros participantes para resolver sus problemas

Henry et al. (2004) definen el método del trabajo social grupal como la intervención que se sitúa en un continuum entre la ayuda mutua y la acción colectiva, añaden que es el puente que es necesario atravesar para conectar el trabajo individual con el comunitario.

Turcotte & Lindsay (2008) concretan que el método de trabajo social de grupo consiste en realizar una acción con un grupo para ayudarles a satisfacer sus necesidades específicas y comunes.

Los estándares para la práctica del trabajo social de grupos propuestos por la International Association for Social Work with Groups (AASWG), especifican que los valores fundamentales que ordenan la práctica son: a) el respeto por las personas y su autonomía, concretando que una implicación importante de este principio es el respeto y valor que se otorga a la diversidad en todas sus dimensiones; b) la creación de una sociedad justa, el grupo ofrece la oportunidad de poner en práctica los principios de igualdad y autonomía.

Por lo que se refiere a los posibles objetivos que guían la vida del grupo, Pappell & Rothman (1966) señalan que el método de trabajo social de grupo se utiliza para lograr cuatro diferentes propósitos, que no son excluyentes: 1) Promover el cambio de actitudes o de comportamientos de las personas que se enfrentan a situaciones difíciles, 2) Propiciar cambios sociales, animando a las personas a actuar en sus contextos sociales para la creación de recursos y la promoción de cambios, 3) Promover el desarrollo personal, la socialización y la acción preventiva, 4) Trabajar para la construcción de organizaciones más humanitarias y eficaces.

Por otro lado, Heap (1987) identifica que los objetivos principales del trabajo social de grupo se encaran a disminuir el aislamiento, al desarrollo y la maduración de aprendizajes sociales, a ayudar a las personas en una crisis vital o en un cambio en la vida, a resolver o clarificar un problema personal o familiar, a resolver o clarificar problemas con el entorno y, a obtener una mejor comprensión de sí mismo.

De estas clasificaciones de objetivos emerge la cuestión de la excesiva amplitud de los objetivos. Formulaciones de objetivos tan inespecíficos los sitúa en el mismo plano que las finalidades o aspiraciones. Para la concreción del desarrollo del grupo es preciso formular un objetivo con mayor operatividad, el trabajo de grupo necesita una causa común que aglutine a los participantes en pos del logro de un sentido de pertenencia y una meta que guíe el proceso.


Fuentes:

  • Alissi, A.S. (2001). The social group work tradition: Toward social Justice a Free Society. Social Group Work Foundation Occasional Papers. Paper 1.
  • Brown, A. (1988). Treball de grup. Barcelona: Pòrtic
  • Gitterman, A:, & Salmon. (2009). Encyclopedia of Social Work with Groups. New York: Rotledge.
  • Heap, K. (1987). La pratique du travail social avec les groupes. Paris: Les Éditions ESF
  • Henry, S., East, J., & Schmitz, C (coords.).(2004). Trabajo social con grupos. Modelos de 
  • Intervención. Madrid: Narcea.
  • Konopka, G. (1968). Trabajo social de grupo. Madrid: Euramérica. – (1963). Social Group Work: A Healping Process. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
  • Morin, S., & Grenier, S. (2010). L’ Intervention de groupe dans le passage à la vie autonome. Université du Quebec.
  • Pappell, C., & Rothman, B. (1966). Social Group Work Models: Possession and Heritage. Journal of Education for Social Work, 2(2), 66-77.
  • Toseland, R.W., & Rivas, R.F. (2005). An introduction to group work practice. Pearson: Boston
  • Turcotte, D., & Lindsay, J. (2008). L’intervention sociale auprès des groupes. Boucherville: Gaëtan Morin Éditeur.
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Gracias Cactus Perú por los diseños.
Tres grandes concepciones de Justicia social conviven en la actualidad: Justicia Social como Distribución (Rawls, 1971; Nussbaum, 2006; Sen 2010), Reconocimiento (Collins, 1991; Fraser y Honneth, 2003; Fraser, 2008) y Participación (Young, 1990; Miller, 1999; Fraser y Honneth, 2003; Fraser, 2008). El primero está centrado en la distribución de bienes, recursos materiales y culturales, capacidades; el segundo en el reconocimiento y el respeto cultural de todas y cada una de las personas, en la existencia de unas relaciones justas dentro de la sociedad; y el tercero está referido a la participación en decisiones que afectan a sus propias vidas, es decir, asegurar que las personas son capaces de tener una activa y equitativa participación en la sociedad.


JUSTICIA COMO DISTRIBUCIÓN:

La Justicia Distributiva está basada en el modo en que los bienes primarios se encuentran distribuidos en la sociedad (Rawls 1971; Beauchamp, 2001). Sus principios, que delimitan la apropiada distribución de los beneficios y los lastres en la sociedad, son los siguientes:

  • Justicia igualitaria: a cada persona una parte igual. Aunque esta idea puede resultar inicialmente sencilla, la principal dificultad que entraña es que las personas comienzan con diferentes beneficios y lastres sociales. No son iguales en todos los aspectos, de modo que la igualdad en la distribución de los bienes sociales acarreará desigualdades inmerecidas; dichas desigualdades podrían evitarse mediante la redistribución, por medios tales como la tributación redistributiva y un sistema de bienestar social. 
  • Justicia según la necesidad: a cada persona de acuerdo con sus necesidades individuales; de tal forma que los que tienen más necesidades de un bien deben poseer asignaciones mayores. Este principio demanda una redistribución de los bienes sociales cuando ésta sea necesaria para satisfacer las necesidades humanas básicas. Así, exige una redistribución de los bienes sociales para impedir que las personas vivan en condiciones de desventaja social y material significativas por causas ajenas a su voluntad.
  • Justicia según el mérito: a cada persona según sus méritos. Según este planteamiento los que más contribuyen a la generación de beneficios sociales y de riqueza deben tener también una mayor proporción de los mismos (Beauchamp, 2001). Desde esta forma, la ideología liberal defiende que el mismo es la base de la generación de riqueza y el trabajo contributivo, dado que aporta un incentivo para lo que más aportan. Las diferencias entre los individuos que son relevantes para la distribución diferencial de los bienes sociales es su propia contribución a la generación de beneficios sociales.

JUSTICIA COMO RECONOCIMIENTO:

El segundo gran planteamiento es lo que se ha llamado la Justicia Relacional (o cultural), definido como ausencia de dominación cultural, no reconocimiento e irrespeto (Fraser, 1997; Fraser y Honneth, 2003). 
Como señala Fraser (1997), las reivindicaciones de justicia social en el mundo actual parecen dividirse en dos tipos cada vez más claros. El primero, quizá el más afamado, hace referencia a las de redistribución, reivindicando una distribución más justa de bienes y recursos. Como ejemplos, tenemos las reivindicaciones de la redistribución Norte-Sur. Hoy en día sin embargo, es posible encontrarse con un segundo tipo de reivindicaciones de justicia social en las llamadas “políticas de reconocimiento”. Aquí el objetivo que resulta más viable es un mundo que acepte las diferencias de un modo amistoso, en donde el asimilar las normas culturales dominantes o de la mayoría ya no tenga el precio de un respeto igualitario. Se nos presenta efectivamente lo que es entendido como una elección: o redistribución o reconocimiento; o política de clase o política de identidad; o igualdad o diferencia; o pluriculturalismo o igualdad social. Son antítesis falsas.
La valoración de las minorías étnicas, raciales y sexuales intentan desarrollar un nuevo paradigma de la justicia que sitúa al reconocimiento en su centro. El ascenso de la política de Identidad ha cambiado el foco de las reivindicaciones de la redistribución igualitaria. El distanciamiento generalizado de la política cultural respecto de la política social y de la política de la diferencia respecto a la política de la igualdad ha llevado a una polarización. Sin embargo, Fraser sostiene que son falsas antítesis, puesto que se exige tanto la redistribución como el reconocimiento. Hay que integrar los aspectos emancipadores de las dos problemáticas. Consiste en idear una orientación política programática que integre lo mejor de la política de la redistribución y lo mejor de la política del reconocimiento.
El término “reconocimiento” tiene su origen en la filosofía hegeliana y, de manera más específica, de la fenomenología de la conciencia. Desde esta perspectiva, el reconocimiento señala una relación recíproca ideal entre personas, en la que cada uno contempla al otro como su igual y a su vez como separado de sí mismo. Esta relación se compone de la subjetividad: donde cada uno se convierte en ser individual sólo en la medida en que reconoce al otro sujeto y es reconocido por él.
En esa idea, el filósofo político estadounidense Michael Walzer (1983), partiendo de una crítica a la idea de igualdad, habla de las “esferas de justicia”, afirmando que de cualquier situación de igualdad pueden surgir desigualdades que será preciso reprimir, y que de esta represión nacerá una desigualdad entre los que posean el poder de represión y aquellos que no lo posean. De este modo, el problema no es la desigualdad, sino la dominación. Y hay que tener en cuenta que para que exista justicia ningún bien social debe ser utilizado como medio de dominación. 
Las diferencias entre esta concepción de Justicia como reconocimiento y de Justicia Distributiva pueden ser resumidos por la propia Nancy Fraser (1997) en cuatro elementos:
  1. Los dos enfoques asumen concepciones diferentes de injusticia: la estructura económica de la sociedad (marginación, explotación y privación); o injusticias culturales vinculadas a procesos de representación, interpretación y comunicación.
  2. Proponen diferentes tipos de soluciones. En el enfoque de la redistribución el remedio de la injusticia es algún tipo de reestructuración económica. Mientras que en el enfoque del reconocimiento la solución es el cambio cultural o simbólico o la reevaluación ascendente de las identidades no respetadas o sus productos culturales.
  3. Asumen concepciones diferentes de las colectividades que sufren la injusticia. En el enfoque de la redistribución, los sujetos colectivos de injusticias son clases o colectividades definidas por el mercado o los medios de distribución. La marginación habla de grupos de estratos en terminología de Weber más que a las clases sociales de Marx. Mientras que el enfoque del reconocimiento se refiere al reconocimiento en relación con el género, la sexualidad, etc.
  4. Las diferencias de grupo se ven desde el primer enfoque como diferenciales de injusticia, ligadas a estructuras socialmente injustas y por tanto se deben abolir. Frente al enfoque interpretativo está vinculado a una jerarquía de valores y requieren reevaluar los rasgos devaluados.
La profesora Fraser critica ambas posiciones pues describe que las injusticias pueden ser claramente bidimensionales como la raza o la clase social. Reflexiona sobre una “tercera vía”, una nueva constelación de la cultura política donde la redistribución y el reconocimiento convergen a causa de la aceleración de la globalización económica y debido al descentramiento del marco nacional como referencia (Fraser y Honeth, 2003). Se plantea ¿cómo elaborar un marco integrador de ambos paradigmas? Es en el enfoque integrador en el que se puede satisfacer los requisitos de la justicia para todos

JUSTICIA COMO PARTICIPACIÓN:

La tercera concepción actual de Justicia Social hace referencia a la Participación. Así, sugiere que la Justicia implica la promoción del acceso y la equidad para asegurar la plena participación en la vida social, especialmente para aquellos que han sido sistemáticamente excluidos sobre la base de su etnia, edad, género, habilidad física o mental, educación, orientación sexual, situación socioeconómica u otras características del grupo de pertenencia (Bell, 1997; Hartnett, 2001). De esta forma, la Justicia Social se asienta sobre la convicción de que todos los seres humanos tienen derecho a un trato equitativo, a un apoyo para alcanzar sus derechos humanos y a una distribución justa de los recursos sociales. 
En este sentido, esta idea de justicia se fundamenta en la redistribución de bienes primarios, sin embargo considera que no es suficiente con el mero reparto de bienes materiales, sino que también resulta imperativo difundir otros “bienes” asociados. La igualdad de oportunidades, el acceso al poder, la posibilidad de participar en diferentes espacios públicos o el acceso al conocimiento son algunos de estos otros “bienes”. De tal forma que la distribución de materiales y de reconocimiento son, sin duda, nociones de justicia. Por ello se ha de ampliar este planteamiento y entender la justicia social como un procedimiento o proceso en la medida se convierte en una herramienta para lograr una justicia distributiva y un reconocimiento político. 
Honneth (2003) considera que una de las formas de falta de respeto o minusvaloración de las personas está directamente relacionada con la participación democrática. De modo que los ciudadanos sin ésta se encuentran directamente y estructuralmente excluidos de determinados derechos otorgados por la propia sociedad. El hecho de experimentar la negación de estos derechos conlleva la falta de consideración propia y de respeto hacia uno mismo. En estas circunstancias se merma la capacidad de relacionarse como un igual poseyendo los mismos derechos que los demás ciudadanos. Para Honneth existe un vínculo claro entre la ausencia de respeto y reconocimiento y la falta de participación en la comunidad amplia y sus instituciones. 
Esta conexión es igualmente evidente para Iris Marion Young (1990), la cual considera que el enfoque de Justicia Social necesita una perspectiva más extensa acerca la eliminación de la opresión y dominación institucional. Por lo que cualquier enfoque sobre justicia debe estar centrado en los procesos políticos pues conllevan gran variedad de injusticias. Ello incluye tanto la injusta distribución de bienes como la injusta distribución del reconocimiento social. Insiste en situar a la justicia en las normas y los procedimientos de acuerdo con el lugar donde se toman las decisiones. Young (1990) afirma : 
La idea de la justicia subraya… los elementos procesuales de la participación en la deliberación en los procesos de toma de decisiones. Para que una norma sea justa, todo el mundo que la aplica debe tener la oportunidad de ser considerado con una voz eficaz y debe tener la posibilidad de estar de acuerdo con ella sin coacción. Para que una condición social sea justa, debe permitir a todos satisfacer sus necesidades y ejercer su libertad; así la justicia requiere que todos puedan expresar sus necesidades. (Young, 1990: 125) 
En este sentido, Young subraya que el principal elemento para lograr la justicia distributiva y de reconocimiento de la diferencia se sitúa en las estructuras de toma de decisiones. Defiende un procedimiento democrático como condición básica de la justicia social. Del mismo modo, Carol Gould (2004) insiste en considerar “la diferencia” en la vida pública como un radical incremento de oportunidades de participación en los diferentes contextos de la actividad común. Para el desarrollo personal es necesario tener la posibilidad de ocuparse de la realización de actividades comunes, así como tener iguales derechos para participar en la determinación de estás actividades. 
Young aboga por un modelo de democracia comunicativa. La participación necesita ejercerse en diferentes instituciones tanto sociales como culturales, en contextos políticos y de gobierno. Esta perspectiva discursiva reclama un modelo más democrático compatible con una gran variedad de nociones de justicia tanto teóricas como prácticas. En este sentido, incrementar la participación supone mejorar las posibilidades de desarrollar una justicia de distribución y de reconocimiento. Este concepto de Justicia Social como “participación” o como procedimiento indica una nueva perspectiva de Justicia Social que complementa a las de “distribución” o “reconocimiento”. 

Fuente: Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación (2011)

Justicia Social

by on diciembre 12, 2019
Tres grandes concepciones de Justicia social conviven en la actualidad: Justicia Social como Distribución (Rawls, 1971; Nussbaum, 2006; Sen ...
El Trastorno de Espectro Austista (TEA) son un grupo de complejos trastornos del desarrollo cerebral. Este término genérico abarca afecciones tales como el autismo, es trastorno desintegrador infantil y el síndrome de Asperger. Estos trastornos se caracterizan por afectar áreas principales, tales como: dificultades en la comunicación, interacción social, así como presentar intereses fijos y conductas repetitivas.(OMS)
A lo largo de los años la prevalencia de este trastorno a aumentado significativamente.
Surgen por ello instituciones especializadas destinadas a promover una vida normalizada a aquellas personas afectadas con el trastorno y brindar a las familias el apoyo psicológico. A lo que la presencia del Trabajo Social es fundamental dentro del equipo multidisciplinario para llevar a cabo el cumplimiento de este objetivo.
A continuación presentaremos las funciones de los/las Trabajadores/as Sociales en este campo de acción.

- Intervención directa:
La intervención directa del el/la Trabajador/a Social en estos casos en concreto está destinada a intervenir directamente con la familia debido a la dificultad del usuario con la toma de decisiones, encontrándose en situación de dependencia de sus progenitores o tutores legales.
Dentro de la intervención directa encontramos diversos tipos de intervención tales como:

1. Clarificar y apoyar: el objetivo de esta intervención es permitirle a las familias analizar los diferentes aspectos de la situación a la que se enfrentan. El profesional se encarga de apoyar a la familia, comprender su situación y ofrecerles una ayuda más cercana, cálida y próxima para que ellos se sientan confianza en los profesionales que van a intervenir con sus hijos.
2. Informar y educar: el objetivo de esta intervención es que las familias hagan valer sus derechos y el de sus familiares con TEA, con total conocimiento de causa.
3. Persuadir e influir: esta técnica no es muy utilizada, pero el/la T.S. intenta encaminar las decisiones de los familiares hacia lo que cree mejor para el usuario, ya que al convivir diariamente con ellos conoce sus necesidades. Para realizar esta intervención se realiza un análisis de todos los factores condicionantes de la situación específica en la que se encuentre.
4. Controlar y ejercer una autoridad: esta intervención también se destina tanto a usuarios como a familiares ya que se impone al usuario coacciones y limites el el/la T.S deben establecer para el correcto funcionamiento de la institución y de la relación entre la familia y el usuario. Además el/la T.S. realiza tres funciones de vigilancia: 1) trabajo de seguimiento, 2) imposición de exigencias y 3)control.
5. poner en relación y crear nuevas aportaciones: con esta intervención se requiere acercar al usuario a nuevas oportunidades que les engrandezcan y les produzcan satisfacción.
6. Estructurar una relación de trabajo con los usuarios: el profesional dota al usuario de medios para realizar actividades de una manera satisfactoria para lograr objetivos que se proponen valorando la realización de estas y proponiendo mejorar de actuación.

- Intervención indirecta:
La intervención indirecta es el espacio que el/la Trabajador/a Social dedica a administrar su trabajo y a organizar los objetivos que se persiguen por y para el usuario. Este tipo de intervención no involucra al usuario.

Dentro de la intervención indirecta encontramos diversos tipos de intervención:

1. Organización y documentación: se caracteriza por tener como objetivo la administración del tiempo, del espacio y de los conocimientos de el/la T.S.  para realizar sus funciones de manera adecuada, estando a total disposición del usuario.
2. Programación y planificación: en esta fase el equipo interdiciplinar participa más activamente, ya que realizan un estudio previo al usuario, y un estudio posterior cuando el usuario ya ha accedido a la Institución, para así fijar objetivos para el usuario, y actividades que consideren favorables para este basados en sus necesidades y posibilidades.
3. Intervención en el entorno del asistido: el/la T.S. tiene como objetivo modificar la relación del usuario en caso de que esta sea negativa para él, ampliar lo máximo su relación con el entorno social, y actuar como mediador en situaciones conflictivas entre usuario y familia
4. Colaboración con otros profesionales: dado que el/la T.S. es el encargado de dispensación de la mediación de los usuarios, es este el encargado de las reuniones con el psiquiatra.
Además el profesional también es el encargado de acudir a las citas con el médico  o cualquier otro profesional sanitario ante la necesidad del usuario.
Esta función se puede realizar de diferentes formas: a) mediante comunicación, b) mediante concertación para evaluaciones conjuntas de profesionales de un usuario o c) trabajo en equipo
5. Intervención con otros Organismos: el/la Trabajador/a Social realiza la coordinación con otras Instituciones para la atención del usuario en otras especialidades médicas o servicios sociales.

ATYPICAL (Atípico en español) es una serie de Netflix del genero novela de aprendizaje. Y desde su estreno ha llamado la atención por tocar un tema poco común para la televisión: el autismo.

Esta serie se centra en la vida de Sam, un joven de 18 años que padece de un trastorno de espectro autista, quien decide tener novia por primera vez y buscar su independencia.

A continuación te presento algunas razones por las que deberías ver esta serie. Quien la haya visto estará de acuerdo con nosotros, y si no la vieron estamos seguros que les encantará, pues no se trata de una serie de adolescentes o una trama que los hará llorar; es el simple retrato de una familia que convive con diferentes problemas y se las ingenia para salir enteros de ellos.



Razones para ver Atypical:

1. Concientización con el TEA: 

Y es que como lo mencionamos anteriormente Sam no es un joven cualquiera, por primera vez en este tipo de series se presenta al protagonista con una diversidad funcional (TEA).
La serie está diseñada para mostrarnos la realidad desde la perspectiva del autismo, realidad a la que poco estamos acostumbrados;  De hecho, su concepto del amor y las relaciones de pareja, harán que reflexiones sobre lo que es importante a la hora de hacer valoraciones sobre este sentimiento.

2. Para toda la familia:

La serie no se basa sólo en la vida de Sam, pues sus demás personajes desarrollan historias paralelas que inevitablemente se relacionan con la vida de Sam que también ganan protagonismo a lo largo de la serie.

3.Realismo:

Esta serie desmitifica mucho el autismo, ya que no todas las personas con TEA tienen dificultades para mantener conversaciones ni tampoco viven "en su mundo" ni carecen de sentimientos, tampoco todos hablan de sí mismos o nunca se enamoran.
La imagen que se tiene de una persona con autismo no corresponde a la realidad. Hay muchos prejuicios en la sociedad sobre el espectro que la creadora intenta romper.

4. Trabajo Social:

La serie nos muestra la intervención del Trabajo Social.
En un capítulo podemos ver como la falta de conocimiento de un policía sobre el TEA le juega una mala pasada en su intervención; confundiendo a Sam (que estaba en medio de una crisis) con una persona drogada; llevándolo a este a la comisaría.
Debido a ello su padre, con ayuda de la trabajadora Social, deciden capacitar al personal de emergencias y policías sobre cómo deben actuar con este tipo de personas.


En definitiva, la serie Atypical nos permite ampliar más la mirada hacia el autismo
En la actualidad vemos que las redes sociales son "lo último de la moda" y encontramos que han surgido cientos de páginas que las están utilizando para hablar de la vocación que tenemos los/las Trabajadores/as Sociales y/o tratan de difundir un mensaje positivo sobre la profesión e incluso encontramos los famosos memes que hacen gracia de algunos aspectos de la carrera. Sin embargo, hay mucho que no te cuentan y hoy te lo contaré yo.

9 cosas que no te cuentan del Trabajo Social

- Para ser Trabajador/a Social debes estudiar una carrera universitaria. Muchas personas que se dedican a realizar labor social consideran que esto es ser Trabajador/a Social y de allí el intrusismo laboral.
- No se reconoce el trabajo que hacemos. Por un lado está el estado que no destina el suficiente presupuesto a los servicios sociales; por otro lado están las personas que desconocen el quehacer profesional, o de conocerlo, tienen prejuicios que ensucian la profesión como que somos los encargados de los descansos médicos o las celebraciones de cumpleaños y fechas festivas.
- Hay gente que nos culpabiliza de ciertas situaciones, como por ejemplo si no se registran los descansos médicos en el plazo determinado los colaboradores no reciben su pago íntegro.
- Muchas personas no tienen interés en conocer lo que hacemos pues consideran que nunca llegarán a necesitar de nuestros servicios.
- El Trabajo Social está mal pagado, muchas veces no hay suficiente presupuesto para el área y en ocasiones caemos en la necesidad de poner de nuestro bolsillo para viáticos o materiales de oficina.
- Estamos en la mitad del Estado que destina presupuestos mediocres, directores de instituciones privadas que prefieren cantidad y no calidad y el usuario con sus situaciones problema.
- Somos humanos. Hay días difíciles, nos cansamos de atender, nos agobiamos; pero pese a ello debemos ser amables, objetivos, pues el usuario confía en nosotros.
- La burocracia ocupa la mayor parte de nuestro tiempo: subvenciones, registros, formatos.
- Hay muchos ámbitos en los que deberíamos estar pero son muy poco conocidos por muchos profesionales como por ejemplo los Juzgados, los penales, los colegios. El peritaje social que aún  no se desarrolla en nuestro país.

Curiosamente con este panorama te preguntas por qué escogiste esta profesión y no encuentras palabras pero sabes que hay algo que te engancha y te motiva.

Y tú ... ¿que más añadirías?

Subí esta imagen a la fan page y ha causado revuelo.
He leído todos los comentarios y todos son válidos pues las opiniones se escuchan (en este caso se leen) y se respetan.

Pero yo me pregunto ¿por qué leer entre líneas? ¿por qué ver más allá de lo que está escrito? o mejor ¿en qué parte de esta simple frase se vulnera a la profesión o se dice que debemos regalar nuestro trabajo?.

Cuando pensé en esta frase lo hice sin la menor malicia, sin intención de "menospreciar" ni mucho menos "denigrar" al Trabajo Social; por el contrario, la pensé porque es mi sentir, porque aunque no lo crean yo SÍ estudié Trabajo Social por vocación, sin pensar en cuánto iba a ganar por ejercer lo que me gustaba hacer.

Mi trabajo me da de comer, me permite algunos gustos e incluso uno que otro paseo; si me excedo en gastos obviamente no pagaría mis deudas, pero mi trabajo me hace feliz y me llena de satisfacción despertar cada día sabiendo que mi labor contribuye al cambio social, no cambio al mundo pero cambio mi mundo.

Cuando digo que la paga es la satisfacción No te digo acepta trabajos mal pagados o acepta que tus funciones sean hacer tramites, tampoco digo Señor empleador págueme menos porque más vale ser feliz que cubrir mis cuentas. Cuando digo la paga es la satisfacción digo que a pesar de que el TRABAJO SOCIAL es una de los profesiones peor pagadas pese a su complejidad nadie te va a quitar la satisfacción de saber que hiciste todo por propiciar el cambio en la vida de si quiera una persona (líneas de la descripción de la imagen, que por cierto creo nadie leyó).

Para dejar de vulnerar al Trabajo Social y dejar de regalar el quehacer profesional hay que empezar de uno mismo:

- Dejar de aceptar trabajos mal pagados.
- Dejar de realizar funciones que no le competen a la carrera. o que no te aportan a nivel profesional
- Priorizar el quehacer profesional dentro de las instituciones.
- Dejar de ser títeres institucionales.
- Empezar a investigar, hacer diagnósticos y plantear alternativas de solución.
- Más proyectos sociales menos descansos médicos y subsidios.

Y podría seguir con el sin fin de actividades que están realizando muchos profesionales del Trabajo Social donde están limitando a la profesión a realizar sólo tramites.

Para concluir una imagen no va a hacer que tu jefe te pague mal, una imagen no va a hacer que te despidan; por el contrario, una imagen como esta va a hacer que le veas el lado bueno a lo malo, que empieces por cambiar el chip de tu empleador, demostrándole que no sólo eres un tramitador sino que estas capacitado para planear y ejecutar proyectos sociales que favorezcan a sus colaboradores y su rentabilidad.

Y si lo monetario es más importante que la satisfacción de hacer las cosas bien pues te equivocaste de carrera. La carrera se elige por vocación.

Recopilación de las definiciones más representativas del Trabajo Social ordenadas de manera cronológica para comprender su evolución.

1922 - Mary Richmond publica su obra "Caso Social Individual" en la que define el Servicio Social o el Trabajo Social de casos como "El conjunto de métodos que desarrollan la personalidad reajustando consciente e individualmente a la persona a su medio social. El logro de esta adaptación exige al trabajador social al menos la comprensión de ambas cosas, la persona y el medio; ello implica el uso de técnicas adecuadas para poder producir un cambio en esa situación. También dice que implica una política en esa forma de actuar: el apoyo como método de educación y hacer partícipe en esos cambios a la persona implicada.

1930 - No es hasta este año que Mary Richmond define al Trabajo Social como "el arte por el que se realiza una acción con y para personas diferentes colaborando con ellos para lograr al mismo tiempo su mejora y el de la sociedad.

1957 - en el III Congreso Panamericano de Servicio Social llevado a cabo en Puerto Rico se define al Servicio Social como la profesión basada en el reconocimiento de la dignidad del ser humano y su capacidad de superación, que mediante los procedimientos técnicos propios ayuda a los individuos, grupos o comunidades a valerse por sí mismos y lograr su desarrollo integral, especialmente en las situaciones sociales en que necesitan ayuda ajena para poder atender sus necesidades y desarrollar sus potencialidades.

1959 - Las Naciones Unidas, a través de su Departamento de Asuntos Económicos y Sociales publica un informe donde define al Servicio Social como una actividad organizada cuyo objeto es contribuir a una adaptación mutua entre los individuos y su medio social. este objetivo se logra mediante el empleo de diez técnicas y métodos destinados a que los individuos,grupos y comunidades pueden satisfacer sus necesidades y resolver sus problema de adaptación a un tipo de sociedad que se en proceso de evolución, así como por medio de una acción cooperativa para mejorar las condiciones económicas y sociales.

1976 - El Comité de Ministros del Consejo de Europa publica una Resolución en donde define al Trabajo Social del siguiente modo: es una actividad profesional específica que tiende a favorecer una mejor adaptación de personas, familias y grupos en el medio social en el que viven, desarrollando el sentido de la dignidad y la responsabilidad de éstas, haciendo también una llamada a la capacidad de estas personas a las relaciones entre ellos y los recursos de la comunidad.

1982 - La Asamblea General de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) aprueba la primer definición internacional de Trabajo Social en Inglaterra; donde dice que el T.S. es una profesión cuyo propósito es llevar a cabo cambios sociales en la sociedad en general y en sus formas individuales de desarrollo.

2000 - La FITS adoptó una nueva definición; la cual ha sido adoptada recientemente por la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social. Esta definición dice que la profesión de T.S. promueve el cambio social, la solución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación de las personas para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre el comportamiento humano y los sistemas sociales, el Trabajo Social interviene en los untos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la justicia social son fundamentales para el Trabajo Social.
Esta definición sustituye a la publicada en 1982, la cual, acertada, no abarcaba la diversidad de Trabajo Social en el contexto internacional.

2014 - El 06 de julio de este año la Asamblea General de la FITS aprueba la definición global de Trabajo Social, la cual sustituye a las publicadas en 1982 y 2000. Esta definición dice que el Trabajo Social es una profesión basada en la practica y una disciplina académica que promueve el cambio y desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto por la diversidad son fundamentales para el T.S.. Respaldada por las teorías del Trabajo Social, las Ciencias Sociales, las Humanidades y los conocimientos indígenas, el T.S. involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar.

Si desean encontrar más definiciones pueden visitar el siguiente enlace del libro Definiendo al Trabajo Social - Norberto Alayon.
Este material es una recopilación extraída de páginas web de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales, la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social y del libro antes mencionado.
Además puedes visitar nuestro video de youtube y suscribirte a nuestro canal para más información.


La resiliencia es la capacidad de los seres humanos de volver al estado natural; es decir, capacidad de adaptarse positivamente a situaciones problema, críticas e inusuales.

 

Este concepto a los largo de los años ha ido reconstruyéndose, puesto que en un principio se interpretó como una condición innata, luego se enfocó en los factores no sólo individuales, sino también familiares, comunitarios y actualmente, culturales.

 

La resiliencia es el resultado de la combinación de las siguientes categorías Grotberg (1995):

 

Categorías

Dimensiones

Asociación Trabajo Social

 

 

 

 

 

Yo tengo
(Apoyo
externo)

Personas del entorno en quienes confiar y de quienes recibir afecto incondicional.
Personas que ponen límites para que se aprenda a evitar los peligros o problemas.
Personas que muestra por medio de su conducta la manera correcta de proceder.
Personas que ayudan a saber desenvolverse con autonomía.
Personas que ayudan ante la dificultad o cuando se necesita aprender.

Acompañamiento en la tarea profesional:


Trabajo en equipo
Coordinación
Interdisciplinariedad
Supervisión
Rol experto recursos sociales

 

 

 

Yo soy
(Fortaleza
interior)

Ser una persona por la que otros sienten aprecio.
Ser feliz al hacer gestos positivos hacia otros.
Ser respetuoso hacia uno mismo y hacia el otro.
Estar dispuesto a responsabilizarse de los actos propios.
Estar seguro de que todo saldrá bien.

Capacidades derivadas de la relación de ayuda profesional: empatía, ayuda, escucha, asertividad,
iniciativa.
Perfil estudiantes: motivación propia hacia la disciplina

 

 

 

Yo Puedo
(Competencias
personales)

Hablar sobre cosas que asustan o inquietan.
Buscar la manera de resolver los problemas.
Controlarse cuando se tienen ganas de hacer algo peligroso o que no está bien.
Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o actuar.
Encontrar a alguien que ayude cuando se necesita

Registro metodológico Trabajo
Social:
- Estudio diagnóstico
- Planificación
- Organización tiempos
- Supervisión de campo Evaluación/autoevaluación
Contexto adverso de intervención

 

El Trabajo Social y la resiliencia

 

El Trabajo Social y la resiliencia comparten ciertos contenidos teóricos, pero en la práctica profesional encontramos algunos desacuerdos.

 

Mientras el T.S. enfoca su intervención a partir de una determinada situación problema, la resiliencia propone una intervención desde las potencialidades y recursos de la persona, viendo a la persona como una amalgama de talentos y recursos, conceptualizados como fuerzas.

 

Aspectos de desencuentro y encuentro entre la práctica predominante del Trabajo Social y la práctica del enfoque de la resiliencia

Aspectos

DESENCUENTRO

ENCUENTRO

Resiliencia

Trabajo Social

Objetos de

intervención

Persona con potencialidades

Persona con problemas

Persona como eje de intervención

Foco de atención

profesional

Manejo de las potencialidades

Los problemas y

estrategias de abordaje

Los problemas y potencialidades

Papel del

profesional

Facilitador

Responsable del cambio

Promotor del cambio

Papel de la persona

Protagonista

Sujeto de cambio

Enfoque a la

persona

Interrogante básica

Cómo ha utilizado sus fortalezas

Que problemas presenta

Enfrentamiento ante la crisis

Fuente: Casas y Campos, 1999

 

El papel del profesional que privilegia la resiliencia, se constituye en un facilitador del proceso de cambio. Sin embargo, el profesional que privilegia el problema, se convierte fundamentalmente en el responsable del cambio. Ambos enfoques comparten el propósito básico de la promoción del cambio en las personas.